“Una vez que llegues a este lugar de alegría por la verdad, la belleza, la bondad y el cumplimiento de la Voluntad del Padre, mirarás tu plato, el plato que contenía el pastel prohibido, y encontrarás las migajas de satisfacción allí, ya que la evidencia de las cosas que temías perder a través de la negación de sí mismo han sido de hecho reemplazadas por ideales más altos y deseos espirituales.”.
— Maestro Ophelius
Maestro: Ajustador de Pensamiento ―
Las grandes civilizaciones del pasado y de los tiempos modernos se han levantado cuando se promovió en el hombre común el espíritu de pertenencia y el deseo de mayores logros. Las grandes obras del imperio romano fueron posibles porque cada miembro del imperio - los hombres y mujeres - tenían un ideal de grandeza romana, de construir algo grande y hermoso para el futuro. De la misma manera, los Estados Unidos tenían un ideal similar de América como sociedad y un objetivo hacia el cual todos trabajaban.
El problema es que cuando se llega a una época de prosperidad los individuos de una civilización se vuelven complacientes y pierden su motivación. El esfuerzo por hacer lo que se requiere disminuye y a menudo es reemplazado por la búsqueda de placer e intereses personales. Esto ocurre cuando el progreso material no se equilibra con el correspondiente progreso intelectual y espiritual.
Es necesario mantener ese impulso hacia adelante para que cada miembro de una sociedad entienda que los avances de la civilización deben ser atesorados y que una vez satisfechas las necesidades materiales esto se convierte en una oportunidad para la exploración de otras áreas. Cuando una civilización ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo debe adaptarse a los nuevos desafíos. ¿Cuál fue la función de los ejércitos de Roma cuando no hubo más batallas que librar? ¿Qué pasó con los albañiles y los constructores de acueductos cuando no había nada más que construir? Las sociedades deberían ser capaces de identificar cuándo es necesario hacer cambios. La fuerza de trabajo que creó la planificación y la construcción de la infraestructura de los EE.UU. en el pasado puede no ser útil en el presente, cuando la mayoría de las cosas ya están construidas.
Las generaciones del presente se encuentran repitiendo los paradigmas del pasado con la esperanza de lograr el mismo éxito. Sin embargo, los tiempos han cambiado. La civilización de hoy no es la misma que hace cincuenta años. Los problemas del pasado fueron resueltos adecuadamente. Ahora es el momento de revisar la estrategia y enfrentar nuevos desafíos para resolver problemas nuevos e inesperados. Si ya no se necesita un gran número de trabajadores de fábricas y constructores, entonces la gente de las sociedades actuales debería empezar a promover nuevos logros en la ciencia, la filosofía o las artes.
Cada uno de ustedes debe ser consciente de su papel en la sociedad. Es cierto que su principal responsabilidad es sostenerse a sí mismos y a su familia, pero también funcionan dentro de un grupo y lo que cada uno hace siempre tiene sus efectos sobre los demás. Cuando sólo se centran en sus necesidades individuales, todo el grupo sufre. Es posible armonizar sus necesidades personales y socializar sus esfuerzos para producir beneficios para todos. Al final, ¿qué es más eficiente? ¿Un esfuerzo que ayude a una sola persona (a ti mismo) o un esfuerzo que ayude a muchos?
Ajustador de Pensamiento ― Acerca de la Civilización ― Julio 15, 2013 ― Oscar ― The 11:11 Progress Group ― Alabama, US of A
Message recibido por Oscar
Sesiòn: Julio 15, 2013
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"La fe es sólo curiosidad teñida de esperanza". — Ajustador del Pensamiento