“La ejemplificación del yo es un estado mental en el que eres consciente de tus pensamientos y acciones en torno a los demás y de cómo afectas su bienestar espiritual al ser un ejemplo vivo de la semejanza con Dios para todos los que entran en contacto contigo”.
— Teacher Ophelius

Maestro: San Pablo ―

Estoy aquí, San Pablo.

Sólo quiero decir que estuve presente en la iglesia esta noche y escuché al predicador (Dr. Ratcliff) decir a su congregación lo que no sabía sobre el infierno, porque lo que dijo, en muchos detalles es falso y fue agradable oírle decir a su gente que no había sufrimiento físico, aunque no les explicó por qué no podía haber tal sufrimiento, y quiero decir que ningún espíritu, cuando va al infierno lleva consigo su cuerpo físico, o cualquier otro cuerpo, que tiene tal sustancia que se vería afectada por el fuego y el azufre y las otras cosas irrazonables que las iglesias han enseñado y aterrorizado a sus miembros durante tantos años - y como consecuencia les hizo creer que el Padre es un Padre tan cruel e iracundo, exigiendo que sus ansias de satisfacción sean suplidas por el chisporroteo en el fuego de los cuerpos de sus hijos. No, esta condenable doctrina no es verdad y me alegra ver que las iglesias están dejando de creerla o enseñarla.

Pero la doctrina que el predicador enseñó es tan mala e inútil como la anterior, por la razón de que el castigo de los pecadores y de los que no están en armonía con Dios es un hecho que todos comprenderán cuando vengan al mundo de los espíritus, y siendo así, enseñar que este castigo es duradero y tan dañino como el que mencioné al principio. Qué extraño que los predicadores y maestros traten de hacer creer a su pueblo y a sus oyentes que Dios es un ser tan iracundo y vengativo, que tiene menos amor y misericordia que el padre más malvado y terrenal para con sus hijos. Es tan deplorable que estos supuestos instructores de lo que es Dios intenten blasfemar contra Él en sus grandes cualidades de amor y ternura, y en el deseo de que todos sus hijos sean felices.

Oh, les digo que estos predicadores tendrán un pecado lamentable del que responder cuando lleguen a una rendición de cuentas, y eso no será en el gran día del juicio, como enseñan, sino tan pronto como entren en la vida espiritual y se den cuenta del gran daño que han hecho a muchos de los que les han seguido en sus enseñanzas - y se darán cuenta de ese horrible resultado muy pronto después de su entrada en el mundo de los espíritus, porque habrán llegado a ellos, como nubes de testigos, los espíritus de aquellos que estuvieron bajo sus instrucciones en la Tierra, trayendo con ellos toda la evidencia de los resultados de sus erróneas creencias y las manchas de este gran pecado de blasfemia.

Yo, Pablo, escribo esto porque sé que yo mismo he sufrido por esta misma causa, porque, cuando estaba en la Tierra, enseñé alguna doctrina como la que estos predicadores están enseñando ahora, e incluso ahora me doy cuenta de que hasta cierto punto soy responsable de muchas creencias falsas; pero doy gracias a Dios de que todo lo que se me atribuye en la Biblia, no soy responsable de ello, y que si mis verdaderas enseñanzas fueran conocidas y enseñadas, las ciegas y erróneas creencias que ahora prevalecen tanto entre los cristianos no existirían. Le digo que los mortales no conciben los grandes resultados dañinos y deplorables que se derivan de sus creencias en la Biblia, en muchos detalles.

Este Libro es uno de falsedades y falsificaciones e imputaciones que no se parecen a lo que el Maestro o cualquiera de sus apóstoles enseñó, y ustedes pueden darse cuenta fácilmente de cuán ansiosos estamos todos de que estos errores y falsedades sean eliminados de las mentes y almas de los hombres. Pero no debo permitirme entusiasmarme demasiado al considerar estas cosas esta noche, o podría no detenerme como debería bajo las circunstancias.

Pero vendré muy pronto y le escribiré sobre el tema, ya que es vital para la humanidad, y les explicaré las verdades relacionadas con él de la manera más completa posible para que los hombres las entiendan. Me gustaría escribir más esta noche, pero no debo hacerlo. Así que con mi amor, diré, buenas noches.

Su hermano en Cristo,

Paul

Extraido de “True Gospel Revealed Anew By Jesus”, Volumen 1, p.182

San Pablo ― Pablo de Tarso: El infierno y la duración del castigo ― Noviembre 19, 1916 ― James Padgett ― © New Birth ― Washington D.C., US
Recibido por James Padgett
Sesión: Noviembre 19, 1916