Maestro: Jesús ―
Yo soy Jesús. Vengo una vez más a hablar de las verdades del alma. Mi oración es que vuestras almas sean despertadas a estas verdades, que lleguéis a reconocer desde ese lugar profundo dentro de vosotros el poder de estas verdades, la veracidad de estas verdades, la capacidad de estas verdades una vez expresadas y aplicadas dentro de la vida de un individuo para provocar un gran cambio y transformación, para abrir vistas y entendimientos que la mente es incapaz de experimentar y conocer por sí misma.
El gran poder despertador del alma es el amor, pues éste es el ingrediente, el elixir del alma que despierta sus facultades y dones. Este don del amor debe venir no sólo del interior del individuo y de sus deseos y esfuerzos por purificarse en el amor natural, sino también en el despertar del alma a través del don del Amor de Dios, el Amor Divino, que viene de fuera. Viene de esa Gran Fuente que es Dios. Pocos comprenden realmente esto. Pocos buscan este camino. Ciertamente hay muy pocos dentro de vuestro plano terrestre que han llegado a reconocer esta verdad como una verdad distinta, como la verdad que puede ser utilizada como un mecanismo para purificar y despertar el alma. Hay muchos en vuestro mundo que han recibido una medida de Amor Divino a través de suplicar a Dios que los bendiga. A menudo esa oración, ese deseo, del individuo es para el Toque de Dios sobre ellos. Pero en este Toque, no hay un deseo distintivo de recibir la Esencia de Dios dentro del alma, sino a través del Amor y la misericordia de Dios sobre Sus hijos, así que con la oración sincera de esta manera, el mecanismo que provoca que el Espíritu Santo toque esa alma entra en juego y el alma recibe este regalo de Amor.