07. Cantidad y Calidad

Ahora comenzaremos a entretejer el aspecto político en el tejido de estos Conceptos Básicos que hacen de la sostenibilidad social una posibilidad en las sociedades y naciones. Esto se convertirá en un aspecto recurrente de los temas futuros simplemente porque otras formas de gobierno no permiten la plena expresión de la autodeterminación de sus ciudadanos. Sorprendentemente, los autores de la Declaración de Independencia lo hicieron muy, muy bien porque las palabras que usaron están muy, muy cerca de los tres valores de la sostenibilidad social:

Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todas [las personas] son creadas iguales, que son dotadas por su Creador con ciertos [valores] inalienables, que entre ellos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad.

Dentro de esta breve frase se encuentra la primera declaración de los valores universales e intemporales [verdades] que marcaron el primer paradigma de la democracia en los Estados Unidos de América. Lo que estas publicaciones proporcionan a los lectores son los conceptos básicos de la sostenibilidad social que permitirán a los ciudadanos diseñar organizaciones socialmente sostenibles dentro de los tres pilares de la sociedad: una sociedad sostenible, una democracia sostenible y una economía sostenible.
Lo que también haremos en el camino es descubrir las suposiciones de nuestras creencias que han socavado nuestra capacidad de pensar sobre temas de manera holística e integral. Una suposición que no hemos podido descubrir desde 1776 (¡238 años!) está en la cláusula, "...todos [las personas] son creados iguales,..." Hay una verdad y una suposición en esa breve cláusula.

Para que podamos aceptar verdaderamente la sostenibilidad social como un aspecto intrínseco de nuestra cultura, debemos dejar de vernos los unos a los otros como una cantidad de uno, igual a cada otra persona como una cantidad de uno. La suposición en esta cláusula es otra verdad que todos los niños en edad escolar conocen - somos realmente desiguales entre nosotros y siempre lo seremos. Sí, somos iguales como una cantidad de uno a otro. La verdad de que 1 = 1 es indiscutible. Pero, es igualmente cierto que las cualidades que aportamos a la vida son las que nos dan valor a nuestra familia, comunidad, sociedad y nación y nos distinguen de todos los demás ciudadanos y el aspecto más importante de ser ciudadanos en una democracia.

Paralelamente, si dos equipos de fútbol tienen once jugadores cada uno en el campo, ¿qué importa quién gana y quién pierde? Por supuesto, la mejor calidad de los jugadores es lo que marca la diferencia. Se necesita más que un número de votantes para que una democracia se convierta en una democracia sostenible; se necesita calidad de participación.