08. Sostenibilidad Social y Democracias

Los tres valores de la sostenibilidad de nuestra especie proporcionan un estándar de oro atemporal y fiable para medir las contribuciones de nuestros esfuerzos para nuestra propia realización personal y el progreso de la evolución social de nuestras familias, comunidades y sociedades... y de todas las organizaciones de nuestras sociedades. También proporcionan una medida atemporal para todas las acciones sociales que son perjudiciales o no contribuyen a la sostenibilidad de los individuos/familias, comunidades, sociedades o naciones.

Consideremos el fenómeno de "Ocupar Wall Street" que se extendió a través de nuestra cultura y de otras culturas, y los levantamientos de la "Primavera Árabe". Aunque estas culturas, sociedades y movimientos son muy diferentes, ambos fracasaron por razones casi idénticas. Ambos no tuvieron una base indiscutible para sus protestas. No tenían nada con qué comparar sus protestas, excepto las circunstancias materiales del 1%. Lo que los tres valores proporcionan es una base CUALITATIVA universal y atemporal para la comparación en todas las sociedades.

Estos tres valores podrían haber proporcionado a los manifestantes un medio para argumentar sus casos desde una posición que es común a todas las personas. Si bien estos tres valores son absolutos y su aplicación es universal, también son relevantes para todas las personas de todas las circunstancias. La motivación para una mejor calidad de vida de los manifestantes de la ocupación de Wall Street es la misma que la de los manifestantes de los levantamientos árabes de primavera, aunque las circunstancias de los manifestantes de Wall Street eran mucho mejores que las de los de los levantamientos árabes.

No se trata de una ironía, sino de una ironía relativa a las circunstancias: Los tres valores son universales para todas las personas, pero nuestras necesidades que emanan de ellos son relativas a nosotros, individualmente. Por ejemplo, mientras que muchos estadounidenses se irritan bajo las regulaciones del gobierno de los Estados Unidos, la gente en América Central y muchas otras regiones estarían encantados de vivir en tales circunstancias. Este factor de parentesco universal continuará causando incontables décadas de dificultades sociales, políticas y económicas/financieras para todas las naciones en el futuro hasta que las sociedades, los gobiernos y las economías se den cuenta de que la evolución social es perenne. Hasta que esos valores se conviertan en la base de toda la planificación de programas sociales, las necesidades relativas de cada uno exageran las tensiones raciales, étnicas y culturales.

Hasta que las democracias, antiguas y nuevas, no incorporen los medios para abordar pacíficamente el cambio social, habrá protestas, revueltas, rebeliones y revoluciones, todo lo cual hará imposible la evolución social pacífica.